Samsung Galaxy S25 Edge vs Google Pixel 9 Pro XL: gran diseño frente a funcionalidad
Comparamos dos de los mejores teléfonos Android que existen actualmente en el mercado


El panorama de los smartphones de gama alta en 2025 tiene un nuevo contendiente que apuesta fuerte por el diseño: el Samsung Galaxy S25 Edge. Presentado como el terminal más delgado del mercado Android destinado a la gama alta, este dispositivo de 6.7 pulgadas entra directamente en el ring contra pesos pesados, como por ejemplo el Google Pixel 9 Pro XL. Los compramos para que sepas cuál de ellos es el que te merece la pena comprar.
Ambos dispositivos comparten un rango de precio muy parecido. Pero, ¿realmente ofrecen lo mismo? La respuesta es un rotundo no. Mientras el Samsung Galaxy S25 Edge seduce por su diseño, el Pixel 9 Pro XL es un auténtico todoterreno repleto de buenas características. Si estás decidiendo entre estos dos colosos.
Diseño: la delgadez extrema frente al todo en uno
La primera impresión del Samsung Galaxy S25 Edge es impactante. Es, esencialmente, una versión notablemente más esbelta del Galaxy S25 Plus, pero esa elegancia tiene un coste. Algunas ausencias saltan a la vista: un sistema de cámaras dual en lugar de triple, batería de amperaje ajustado, y, sobre todo, ese grosor récord de apenas 5,8 milímetros.

Podría decirse que el Google Pixel 9 Pro XL es el polo opuesto. El buque insignia más grande de Google es un auténtico gigante, con unas dimensiones de 162,8 x 76,6 x 8,5 mm. Ese grosor representa una diferencia palpable de 2,7 mm respecto al Samsung Galaxy S25 Edge. Esa disparidad se nota enormemente al sostener ambos dispositivos. Además, el Pixel 9 Pro XL es un mastodonte que pesa 221 gramos, lo que supone una asombrosa diferencia de 58 gramos más que su rival (163g).

En definitiva, si buscas un teléfono que casi desaparece en el bolsillo y es cómodo de manejar con una mano, el Samsung Galaxy S25 Edge tiene una clara ventaja. Si priorizas una sensación de robustez y una pantalla aún más grande, el Pixel impone su presencia.
Pantallas comparadas
Aunque sus filosofías de diseño sean antagónicas, en el apartado de la pantalla ambos dispositivos ofrecen una experiencia premium, aunque existen matices. El Samsung Galaxy S25 Edge utiliza un panel AMOLED Dynamic 2X de 6,7 pulgadas con resolución QHD+. Su tasa de refresco variable LTPO llega hasta los 120Hz, asegurando una fluidez excepcional en desplazamientos y juegos. Además, es una pantalla extraordinariamente brillante, capaz de alcanzar un pico de 2.600 nits, lo que la hace perfectamente legible incluso bajo la luz solar más intensa. Es, sin duda, una pantalla digna de un flagship, aunque su consumo energético tiene implicaciones importantes.

Por su parte, el Google Pixel 9 Pro XL no se queda atrás y, de hecho, supera ligeramente en tamaño y brillo máximo. Su panel Super Actua OLED mide 6,8 pulgadas (con resolución de 2.992 x 1.344 píxeles) y establece un nuevo récord con un pico de brillo de 3.000 nits. También utiliza una tasa de refresco variable LTPO (de 1Hz a 120Hz) para optimizar la autonomía cuando es posible. Además, incorpora Gorilla Glass Victus 2 para una mayor resistencia y una frecuencia de modulación de pulso (PWM) de 240Hz, diseñada para reducir la fatiga visual. En términos brutos de brillo y tamaño, el Pixel lleva una ligera delantera.
Potencia y especificaciones, así están las cosas
El Samsung Galaxy S25 Edge está impulsado por el exclusivo chipset Qualcomm Snapdragon 8 Elite for Galaxy, un procesador que supera en potencia bruta al Tensor G4 que alberga el Pixel 9 Pro XL. Sin embargo, aquí es donde la obsesión por la delgadez del terminal de la firma asiática juega en su contra: su diseño ultrafino limita la disipación térmica. Esto significa que, bajo cargas sostenidas o tareas intensivas como juegos exigentes o edición de vídeo, el rendimiento tiende a equipararse al del Pixel 9 Pro XL, ya que el throttling (reducción de rendimiento por calor) es más pronunciado para evitar sobrecalentamientos.
En cuanto a memoria, el Samsung Galaxy S25 Edge ofrece 12 GB de RAM y opciones de almacenamiento de 256 o 512GB. El Pixel 9 Pro XL parte de 16 GB de RAM (una ventaja para multitarea pesada) y añade una opción de 1TB a sus configuraciones de capacidad. Ambos cuentan con altavoces estéreo de calidad y certificación IP68 contra agua y polvo.

En software, ambos utilizan Android 15. El modelo de Samsung lo trae de fábrica, con la capa de personalización One UI 7 de Samsung. El Pixel 9 Pro XL se actualizó desde Android 14. Ambos fabricantes prometen un soporte récord: siete años completos de actualizaciones del sistema operativo y de seguridad, una garantía de longevidad impresionante.
En conectividad, los dos terminales son muy completos con WiFi 7, Bluetooth (5.4 en el Galaxy, 5.3 en el Pixel con soporte AptX HD), NFC, 5G (Sub-6 y mmWave) y USB-C 3.2. El Pixel añade una característica distintiva: conectividad de emergencia por satélite (Satellite SOS).
Cámaras: especialización frente a versatilidad
El Samsung Galaxy S25 Edge apuesta por la potencia bruta en su cámara principal, heredando el enorme sensor de 200 MP del buque insignia absoluto, el Galaxy S25 Ultra. Esto le permite capturar un nivel de detalle excepcional y ofrece un zoom óptico de 2x mediante recorte del sensor (sensor crop). Sin embargo, aquí acaban sus fortalezas en el apartado fotográfico. Su sistema se completa únicamente con una cámara ultra gran angular de 12 MP y una frontal para selfies con la misma resolución. La ausencia de un teleobjetivo dedicado es una omisión significativa en este segmento de precio.

Aquí es donde el Google Pixel 9 Pro XL despliega todo su arsenal y muestra su fortaleza. Su sistema triple trasero es mucho más versátil:
- Un sensor principal de 50 MP con la siempre alabada magia computacional de Google.
- Otro para el ultra gran angular mejorado de 48 MP, prometiendo mayor detalle y menos distorsión que el terminal al que se enfrenta.
- Y un teleobjetivo dedicado, que es su gran baza, de 48 MP con zoom óptico de 5x. Esto es un salto enorme respecto al zoom digital o al recorte de sensor, permitiendo acercamientos a sujetos lejanos con una calidad muy superior. Para selfies, una cámara frontal de 42 megapíxeles.
Mientras el Samsung Galaxy S25 Edge sobresale en fotos principales con luz óptima gracias a su enorme sensor, el Pixel 9 Pro XL ofrece una flexibilidad mayor en más escenarios (ultra gran angular, zoom real) y sigue siendo un referente en fotografía computacional, especialmente en condiciones de poca luz o para retratos. Las cámaras secundarias del Pixel le hacen destacar incluso más en este apartado.
Autonomía y capacidad de carga
Si hay un apartado donde la elección del diseño ultrafino del Samsung Galaxy S25 Edge se vuelve crítica, es en la batería. Este terminal incorpora una batería de 3.900 mAh. Este dato, por sí solo, le hace flaquear comparado con otros flagships, especialmente con los que comparte la misma pantalla grande, brillante y de alta tasa de refresco. Traducción: el panel con una batería mucho más pequeña.
La carga rápida por cable está limitada a 25W, otra consecuencia del diseño compacto y la pequeña batería que no admite potencias mayores sin riesgos térmicos. Esta combinación -batería ajustada y carga no muy potente- es un punto débil que se debe tener en cuenta.

Google ha equipado a su rival con una batería masiva de 5.060 mAh. Aunque su pantalla es ligeramente más grande y brillante, la diferencia de capacidad es importante. En términos de autonomía, el Pixel 9 Pro XL está en otra liga. Además, aunque ni mucho menos sea la carga más rápida del mercado, sus 37W por cable son significativamente mejores que los 25W del Galaxy, permitiendo recuperar porcentajes de batería más rápidamente cuando se necesita.
Veredicto
El Pixel 9 Pro XL se presenta como el valor más claro y la opción más práctica para la gran mayoría de los usuarios, al ofrecer soluciones más completas. Pero la existencia misma del Samsung Galaxy S25 Edge encuentra su razón de ser precisamente en el tamaño y peso del terminal de Google: esos 221 gramos y 8,5 mm de grosor son el “enemigo” que el equipo de la firma coreana combate con su filosofía. Su atractivo radica esencialmente en ser el Android delgado por excelencia.