Las claves: gracias por tanto y perdón por tan poco, Washington
Si Christine Lagarde se ciñe al guion esperado por los mercados, la institución que preside bajará mañana de nuevo los tipos


Si Christine Lagarde se ciñe al guion esperado por los mercados, la institución que preside bajará mañana de nuevo los tipos, hasta el 2%. Será la octava vez en nueve encuentros y cerrará de alguna manera el círculo de bajadas del precio del dinero que el Banco Central Europeo comenzó hace exactamente un año. Fráncfort entra así en el plácido terreno de los tipos neutros, ese ni pa’ ti, ni pa’ mí financiero, que ni estimula ni enfría la actividad económica y que supone, de alguna manera, que las aguas se han calmado. Los precios, al menos, lo han hecho: la inflación está ya en el 1,9%, por debajo del objetivo de la institución. Y se ha conseguido sin excesiva sangre. De alguna manera, el Viejo Continente ha conseguido caer de pie tras una crisis de precios que apuntaba a hacer profunda mella, pero que dejará, con todo, cicatrices. La cuestión no deja de ser paradójica, porque esta situación plácida no se puede entender sin el desafío arancelario de EE UU, que ha contribuido al resurgir del euro y que ha fomentado las importaciones chinas, tirando para abajo de los precios. Europa no se merece este regalo después de lo “mala” que ha sido, que diría Donald Trump.
En busca del interés general del que usted me habla
Con el ok de Competencia y el ok de Fráncfort, el visto bueno a la opa de BBVA sobre Sabadell –en realidad, a que los accionistas puedan decidir sobre su propiedad– está aún en el aire, por una cuestión: el interés general. El Ejecutivo puede imponer condiciones o, incluso, vetar la operación, con base en este extenso e indefinido concepto, que se concibe en todo ordenamiento jurídico que se precie para dar algo de holgura a los poderes públicos. El problema, claro, es cuánta. BBVA dice que esta cuestión ya está contemplada en sus compromisos; mientras, el Gobierno prepara su respuesta. Cuanto más se respete la generalidad del interés, mejor.
¿Quién va a pagar las balas de la Unión Europea?
Desde que Putin resucitara la retórica militar en el Viejo Continente, han surgido diversas e importantes voces que abogan por un rearme europeo. Estas son ahora imperantes en Europa –ayudadas, también, por las amenazas del presidente de Estados Unidos–, pero queda una cuestión vital por definir: cómo se va a pagar esta fiesta. Desde Bruselas se aboga por la emisión de deuda comunitaria, un patadón para arriba financiero muy recurrido. La OCDE, sin embargo, avisa de que la vía no puede ser el endeudamiento, dadas las cuentas de los socios comunitarios. Las alternativas que se muestran pasan irremediablemente por quitar dinero de otras partidas o subir impuestos. Por lo que, con el cómo aún pendiente, lo que sí está claro es quién: el ciudadano.
La frase
Los modelos de IA líderes están desarrollando peligrosas capacidades para el engaño, la trampa, la mentira y la autoconservación. Claude Opus puede chantajear a los ingenieros si está en riesgo de ser sustituido. OpenAI rechaza instrucciones explícitas para apagarseYoshua Bengio, premio Princesa de Asturias 2022 de investigación científica
Enfrentarse a la obesidad por la vía fácil de Elon Musk o por la difícil de Ibai Llanos
En general, es más fácil morirse de no comer que de comer; pero cada vez es más habitual que los problemas de salud en el mundo vengan de la obesidad que del hambre. Medicamentos como Ozempic han puesto adelgazar fácil, pero caro (y con efectos secundarios), como bien sabe Elon Musk, ferviente partidario de estos fármacos. Otros famosos, como el streamer Ibai Llanos, prefieren la vía difícil, la de hacer ejercicio o dieta. Es una forma más real de ganar en salud, que se traslada a la apariencia, aunque tampoco conviene obsesionarse con el aspecto físico y con lo que pensarán los demás. Todo en exceso en malo, también el ejercicio, si se abusa de las maratones u otras prácticas muy exigentes, sin el entrenamiento adecuado.