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Editorial
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Hacer previsiones en medio de la tormenta

Siempre es mejor salir bien en la foto, pero habría que ir con cautela ante la incertidumbre global

El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá.
CINCO DÍAS

Donald Trump eleva la tensión en los mercados financieros al escalar la guerra comercial. El presidente de Estados Unidos anunció ayer que eleva otro 25%, hasta representar el 50%, los aranceles del acero y el aluminio canadienses. La noticia agravó las pérdidas de las principales plazas bursátiles de Occidente. La economía de la primera potencia del mundo comienza a resentirse del estrés al que la está sometiendo su presidente durante sus primeros 100 días de mandato: se modera el crecimiento y aumentan las presiones inflacionistas.

En paralelo, Ucrania lanzó ayer el mayor ataque con drones desde el inicio de la guerra contra Rusia en vísperas de la decisiva reunión entre las delegaciones ucranias y estadounidenses para pactar un alto el fuego. Y en Bruselas, los ministros de Finanzas negocian los mecanismos para elevar la financiación del gasto en defensa.

En este complicado contexto, el Banco de España publicó ayer la actualización de sus previsiones económicas. El supervisor español elevó en dos décimas, hasta el 2,7%, su proyección de PIB para este año, gracias al buen cierre del año pasado y el robusto inicio de este ejercicio. Pero, ojo, el organismo dirigido por José Luis Escrivá lanza claras advertencias: las previsiones están sujetas a una “extraordinaria y creciente incertidumbre y complejidad geopolítica”.

La mayoría de los indicadores que miden la volatilidad e incertidumbre llevan semanas experimentando “repuntes muy significativos”. La economía mundial está condicionada por las decisiones impredecibles y desordenadas de Trump. Y España, pese a la fortaleza de los últimos años, no permanece ajena a las mareas que llegan desde el otro lado del Atlántico.

La luminosa foto que refleja el Banco de España pierde nitidez cuando se acerca el objetivo. El supervisor reconoce que sus cálculos están realizados sin tener en cuenta el impacto de las medidas arancelarias ya anunciadas por Trump contra México, Canadá, China o Europa. Tampoco incluye el creciente deterioro de la confianza de los consumidores en Estados Unidos ni el aumento de la volatilidad de los mercados financieros. Los cálculos están exentos del impacto que puede tener el aumento del gasto de defensa en Europa, ni de las medidas fiscales anunciadas por los socios europeos para tratar de reanimar la economía del Viejo Continente.

Siempre es mejor salir bien en la foto, pero habría que ir con cautela ante la incertidumbre global. Suele ser arriesgado hacer previsiones en medio de la tormenta.


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