IAG se fija un nuevo salto en la rentabilidad pese a las guerras, aranceles y nuevas regulaciones ambientales
La junta aprueba la compra de 53 aviones entre modelos de Boeing y Airbus valorados en cerca de 18.000 millones

El grupo de aerolíneas IAG se ve capaz de obtener un mayor rendimiento una vez que se situó el pasado 2024 dentro del objetivo del 12% al 15% en margen operativo, y en un contexto complejo de operación por las tensiones geopolíticas, la guerra arancelaria o el efecto de nueva normativa ambiental para el transporte aéreo en la Unión Europea. Luis Gallego, consejero delegado del holding que reúne a British Airways, Iberia, Vueling, Aer Lingus y Level, ha indicado este mediodía ante la junta de accionistas que la aspiración es escalar desde el actual 13,8% de margen hacia la parte alta del rango, donde figura el citado 15%. “Gracias a nuestra estrategia y al programa de transformación en todo el grupo, no solo estamos obteniendo resultados líderes en el sector, sino que también nos convertimos en un negocio a la vanguardia de la innovación y más sostenible para el futuro”, ha remarcado el ejecutivo durante su intervención.
Gallego, que sale reelegido en su cargo, ha presentado ante los accionistas unas cuentas de 2024 en las que IAG batió con claridad a sus principales rivales, grupo Lufthansa y Air France KLM, con un beneficio neto de 2.732 millones (+2,9% respecto a 2023). De este resultado deriva el reparto de un dividendo complementario de 0,06 euros por acción, o un total de 288 millones de euros, para el que el consejo ha obtenido el permiso de la junta. Con esta próxima entrega se elevará la remuneración por la vía de los dividendos a 435 millones con cargo al pasado ejercicio, una vez que IAG restableció el dividendo post Covid y repartió 0,03 euros por acción a cuenta de 2024. “Hemos establecido un dividendo sostenible que puede aumentar gradualmente”, ha indicado el presidente, Javier Ferrán, a pregunta de un accionista sobre la futura evolución del pago a los inversores.
Los accionistas de IAG también han dado luz verde a la amortización de 426,2 millones de acciones en autocartera, lo que equivale al 8,57% del capital, que proceden de los programas de recompra de papel propio. IAG ya anunció a finales de febrero que pretendía devolver a los accionistas, en un plazo de 12 meses, hasta 1.000 millones “de exceso de capital” a través de la amortización de acciones.
La compañía alcanzó un beneficio de explotación antes de partidas excepcionales de 4.400 millones de euros, lo que arrojó una mejora de más de 900 millones de euros frente a las cuentas de 2023. Y el citado margen de explotación ganó dos puntos desde el 11,9% de ese ejercicio 2023. IAG también fue capaz de elevar su generación de caja en 2.200 millones, llegando a los 3.600 millones después de invertir 2.300 millones en nueva flota. Son hitos que ha subrayado Luis Gallego antes de pedir el voto a favor de un nuevo proyecto multimillonario de adquisición de aviones.
Los inversores del grupo de aerolíneas han dado su respaldo al que es uno de los mayores pedidos anunciado en lo que va de año en Europa: 53 aparatos valorados en 20.558 millones de dólares (unos 17.925 millones de euros) a precio de catálogo. Se trata 32 unidades del Boeing 787-10 para British Airways y 21 aeronaves A330-900 neo que podrían ir a Iberia, Level o Aer Lingus. El presidente de Iberia, Marco Sansavini, señaló ayer durante la presentación del plan estratégico Vuelo 2030 que la española irá a por 11 de estos últimos aparatos con el fin de llegar a los 70 aviones de largo radio a mediados de la próxima década (Iberia cuenta con 45 unidades para la larga distancia y otras 14 ya asignadas y que se integrarán en su flota antes de 2030).
El contrato con la estadounidense Boeing, según explicó IAG, contiene condiciones de precios previos a la imposición de cualquier nuevo arancel por parte de la administración de Donald Trump, así como la posibilidad de incrementar el pedido en diez aviones B787. En cuanto al acuerdo con Airbus, IAG se ha reservado opciones por otros 13 A330-900neo.
Antes de esta inversión en ciernes, el holding se hizo el pasado mes de marzo con seis A350-900 para Iberia y otras seis unidades del A350-1000 y seis más B777-9 para British. La compañía ejecutó opciones en cartera y espera la entrega de estos aviones entre 2027 y 2030.
“Un tercio de la flota de IAG ya es de nueva generación y estamos invirtiendo alrededor de 12.600 millones de euros durante la próxima década para adquirir alrededor de 200 nuevos aviones más eficientes en cuanto al consumo de combustible”, ha reseñado Luis Gallego.
Tensión para los precios
En las intervenciones durante la junta de accionistas se ha hecho mención al beneficio récord alcanzado el año pasado por las españolas Iberia y Vueling, y a la posibilidad de que Level pueda construir su red propia una vez que obtuvo el certificado propio de operación. También ha salido a relucir la solidez de la demanda en los mercado principales del grupo: Atlántico Norte, Latinoamérica y Europa. “Nos estamos beneficiando de la demanda sostenida de viajes, que estamos constatando como una tendencia a largo plazo”, ha anticipado Luis Gallego.
Pese a que el viento sopla a favor en lo que se refiere al bum de los viajes, el presidente Javier Ferrán se ha referido a desafíos regulatorios “que aumentarán los costes para las aerolíneas y sus pasajeros”. Desde IAG, ha comentado refiriéndose al mandato de la UE sobre el uso de combustibles sostenibles (SAF por sus sigñas en inglés), “estamos trabajando para que todos los grupos de interés del ecosistema de la aviación colaboren para hacer posible la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, pero manteniendo al mismo tiempo la competitividad de la industria en Europa”. Gallego ha reforzado esa idea reclamando incentivos a la producción de SAF. Además, ha llamado a “evitar una regulación adicional que amenace con hacer que la aviación europea sea menos competitiva que otros competidores mundiales”.
Ferrán ha afirmado que IAG mantiene las expectativas para este año, anunciadas en febrero, pese a las turbulencias generadas por las tensiones geopolíticas. Entre las estimaciones para este 2025, la compañía pretende aumentar la capacidad en un 3%; los costes unitarios excluido el del combustible deberían seguir en los niveles de 2024, pese a que se espera un impacto adverso adicional del tipo de cambio que rondaría el 2%. Las inversiones están presupuestadas en 3.700 millones, lo que va a depender de las entregas de aviones.
IAG ha dado salida esta mañana de su consejo de administración a quien fue presidente del Banco Popular, Emilio Saracho. Además de la renovación de Luis Gallego como consejero delegado, IAG ha sacado adelante el nombramiento de las consejeras independientes Simone Menne y Païvi Rekonen.
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