ACS y Aecom se ponen al frente de la ampliación de 3.000 millones del centro de convenciones de Dallas
El ayuntamiento de la ciudad texana lanza la remodelación del complejo Kay Bailey Hutchinson para competir por eventos con Nueva York, Chicago o Las Vegas


Una de las compañías con más experiencia en edificación en Estados Unidos, Trinity Alliance, ha sido la elegida por el Ayuntamiento de Dallas para dirigir el macroproyecto de remodelación y ampliación de uno de los puntos neurálgicos de la ciudad texana, el Centro de Convenciones Kay Bailey Hutchison. El capital de Trinity Alliance está liderado por Turner Construction, filial del grupo ACS, y por Aecom Hunt, propiedad del gigante estadounidense de la ingeniería Aecom. El proyecto que liderarán está valorado entre 3.300 y 3.500 millones de dólares (de 2.890 a 3.060 millones de euros), aunque las autoridades municipales pretenden asegurarse financiación por 3.700 millones de dólares (3.235 millones de euros).
La ciudad de Dallas trata de tener abierto su renovado centro de convenciones en el primer trimestre de 2029, con el objetivo de situarlo entre los cinco más importantes del país, en competencia con los de Chicago, Las Vegas, Houston y Nueva York. Buena parte de los trabajos de mejora serán sufragados con los ingresos por impuestos al sector hotelero, cuyo destino solo puede estar relacionado con proyectos turísticos.
Turner y Aecom Hunt se han hecho con la dirección del proyecto de construcción, con lo que supervisarán los trabajos de demolición de parte del complejo, preparación y ejecución de las nuevas instalaciones. Para Dallas se trata de una importante palanca de generación de ingresos y empleo.
El centro Kay Bailey Hutchison pasará de 172.000 metros cuadrados a más de 195.000. Por poner su tamaño en contexto, el ferial madrileño Ifema tiene 200.000 metros cuadrados de zonas de exposición y reuniones. La instalación texana también ganará 2.000 plazas de aparcamiento, duplicando la actual capacidad para automóviles; tendrá una mayor área de exposición, llegando a los 70.000 metros cuadrados, y doblará su superficie dedicada a salas de reuniones, hasta los 16.700 metros cuadrados. La gestora del centro afirma tener 64 eventos reservados ya en los nuevos espacios, con un impacto cercano a los 1.000 millones de dólares.
El plan maestro incluye mejoras en los accesos y la conectividad de la instalación con el transporte público. También se espera una revitalización de la oferta hostelera con el fin de convertir el centro de convenciones en un polo con mayor poder de atracción de convenciones empresariales y todo tipo de eventos.
La Trinity Alliance es autora de más de 70 proyectos relacionados con centros de convenciones en Estados Unidos, como los de Fort Worth y San Antonio en Texas. El presupuesto en obras ya ejecutadas en conjunto por sus socios se va hasta los 15.000 millones de dólares, incluyéndose la construcción de estadios como el SoFi Stadium de Los Ángeles (California), en el que juegan como locales los equipos de fútbol americano Los Ángeles Rams y Los Ángeles Chargers, o el Intuit Dome, en Inglewood (California), que alberga los partidos del equipo de baloncesto de la NBA Los Ángeles Clippers.
El codirector general de Turner Construction, Dewey Newton, se ha referido al futuro centro de convenciones de Dallas como “un motor de crecimiento” para la ciudad. Además de la filial de ACS y de Aecom Hunt, en Trinity también se alinean compañías como BOWA Construction, CORE CMCI, EJ Smith Construction, GCC Enterprises, Pienado Construction y Source Building, además de distintas firmas de ingeniería. El Kay Bailey Hutchison, levantado en 1957 y ampliado una primera vez en 1984 y por segunda ocasión en 2022, será su cuadragésimo centro de convenciones.
Estados Unidos es el principal mercado por ingresos y cartera de actividad de ACS, que cuenta en ese mercado con referencias como Turner y Flatiron Dragados. Además de infraestructuras de transporte, instalaciones deportivas, grandes edificios y centros de convenciones, el grupo que lideran Florentino Pérez y Juan Santamaría, está ejecutando numerosos centros de datos, fábricas relacionadas con el vehículo eléctrico y plantas para el sector de la biofarmacia.
Pese a las turbulencias generadas por la política comercial del presidente Donald Trump, que además está retirando el apoyo federal a proyectos de alta velocidad ferroviaria o nuevas instalaciones de renovables, Santamaría está trasladando a inversores y analistas en las últimas semanas la confianza de ACS en el mercado norteamericano. La Administración Trump está impulsando la ejecución de centros de datos, autopistas y la edificación relacionada con las industrias de semiconductores, educación, aeroespacial o la biofarmacia, nichos en lo que ACS está fuertemente implantada.
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