El colectivo de transporte profesional CETM urge mejoras en las carreteras sin nuevos impuestos

Quien lidera la interlocución del transporte de mercancías por carretera con el Gobierno, Carmelo González, estrena cargo en el sector. El presidente del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) lo va a ser también, a partir de ahora, de uno de los colectivos con mayor representación en el mundo del camión, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM). Su presidencia por los cuatro próximos años se estrena con temas candentes sobre la mesa, entre los que resaltan los relacionados con la fiscalidad o la política laboral. Pero González ha antepuesto a todos ellos, en su presentación de esta mañana ante la prensa, el del cuidado del personal y los vehículos. “La seguridad de las personas es lo más importante, por lo que se debe invertir en la mejora de carreteras y aparcamientos, pero sin la imposición de nuevos impuestos”, ha reclamado el presidente de CETM, que sustituye a Ovidio de la Roza. “En numerosas carreteras en todo el país el carril de la derecha está intransitable, y debemos dejar de hablar de proyectos de aparcamientos seguros para empezar a verlos”, ha añadido.

González ha hecho un llamamiento al Gobierno para evitar sorpresas con la imposición de impuestos “de la noche a la mañana”. De momento, el Ejecutivo pospuso en diciembre una mayor carga al diésel que lo iba a equipar en precios con la gasolina, y está descartado el pago por uso en las autovías o la imposición de la viñeta, pero el presidente de CETM se pone la venda antes de la herida: “Si el Gobierno piensa en la aplicación de cualquier nuevo impuesto debe hacerse de acuerdo con el sector y siempre retornando en beneficios para el mismo, en cuestiones como la digitalización y la descarbonización”.

A la vuelta de la esquina, en enero de 2027, se presenta el pago de los ETS2 (comercio de derechos de emisión) que recaudarán los distribuidores del carburante. Se espera la creación de una bolsa de 9.000 millones de euros, de la que un 15% procedería de estos pagos por parte del transporte profesional por carretera, saliendo el resto de las arcas públicas. En este caso, la CETM va a trabajar para que las ayudas que se distribuyan con cargo a esa bolsa lleguen más allá de las microempresas (hasta diez trabajadores y dos millones de facturación anual) y se tenga en cuenta a las compañías del transporte de carga como agentes vulnerables por los múltiples desafíos que enfrenta.

Uno de ellos es el de la implantación de coeficientes reductores que desemboquen en la jubilación anticipada de los conductores, a los 60 años de edad, por la penosidad de la profesión. Carmelo González ha reiterado que la CETM está a favor de una medida de la que gozan pilotos de avión o maquinistas de tren, pero pide cabeza para su implantación: “S la jubilación a los 60 entrara en vigor hoy mismo, podría suceder que el sector se quedara sin conductores en cinco años”.

El máximo responsable de la confederación ha reclamado un acuerdo con los dos grandes sindicatos, CC OO y UGT, por el que ambas partes se sienten de la mano en la mesa de negociación con el Gobierno. También se pide la incorporación a esta negociación de la regulación de los controles de alcoholemia y drogas a los conductores, o los reconocimientos médicos, así como la reducción de los coeficientes de accidentes en las nóminas, para lo que se demanda una rebaja del 6,7% al 3,7% que serviría de ayuda a las empresas que deben digerir los sobrecostes de los referidos coeficientes reductores en la edad de jubilación.

La mesa de negociación está aún por constituirse y habrá un plazo de seis meses para que salga una solución para un asunto que estuvo a punto de provocar una oleada de huelgas en el transporte de viajeros y mercancías a finales de 2024.

La esperada regulación de la jubilación anticipada se produce cuando las compañías del sector sufren desde hace años un fuerte déficit de conductores, que se cifra en más de 30.000 conductores entre el transporte de viajeros como de mercancías. Carmelo González ha atacado este problema haciendo autocrítica: “Lo de captar conductores en el extranjero es un parche. Debemos acercarnos a los centros de formación y atraer a los jóvenes. También podría revisarse la cuestión salarial para hacer esta profesión más atractiva, pero no creo que ese sea el principal problema”.

Desde CETM también se ha hecho alusión a la pretendida implantación de la jornada laboral de 37,5 horas semanales como “un problema para la gestión de los turnos, que ya tenemos incluso con las 40 horas”. El colectivo ha cifrado el sobrecoste de esta medida en un 6%.